¿Qué es el cacao?
El cacao es un árbol procedente de
América que produce un fruto del mismo nombre que se puede utilizar como
ingrediente para alimentos entre los que destaca el chocolate. Su uso se
remonta a la época de los mayas, aztecas e incas, y desde entonces se ha usado
tanto para fines nutricionales como médicos.
Composición
El cacao cuenta con un alto índice de
grasas (sobre todo saturadas, y en menor medida, monoinsaturadas y
poliinstauradas), hidratos de carbono y proteínas, pero también contiene
magnesio, fósforo, potasio, teobromina, cafeína, antioxidantes y agua, entre
otros.
El cacao además destaca por tener un
elevado aporte de energía, por lo que suele indicarse para aquellas personas
que realicen actividades deportivas o ejercicio físico de manera intensa.
Usos
Como alimento
El principal uso que tiene el cacao
es para hacer chocolate, para lo que se usa tanto el polvo como la grasa que se
obtiene de la trituración de su fruto una vez fermentado. De este fruto se
consigue tanto el polvo de cacao como la manteca. Ambas se suelen mezclar junto
a azúcares refinados y leche; dependiendo de la cantidad que se utiliza de cada
uno surgen los distintos tipos de chocolate.
La adición de estos componentes hace
que el chocolate tenga aún más aportes nutritivos junto a los ya presentes en
el cacao, como la vitamina A, la vitamina B, el calcio, el hierro o el cobre.
Como remedio medicinal
Según el Consejo Europeo de
Información sobre la Alimentación (Eufic), desde su descubrimiento se han
desarrollado más de cien usos medicinales del cacao. Los tratamientos que
utilizan los recursos del árbol del cacao sirven para curar o aliviar el
cansancio, la delgadez extrema, la fiebre, los problemas cardiacos, la anemia o
los problemas renales e intestinales.
Como cosmético
La manteca de cacao también se puede
usar como un cosmético que sirve para tratar ciertos problemas de la piel como
pueden ser las arrugas, las estrías o incluso para el cabello.
Historia
El cacao era utilizado por las tribus
maya, azteca e inca hace más de 2.500 años, primordialmente como remedio
medicinal o como moneda de cambio. Su introducción en Europa no llega hasta el
siglo XV tras la colonización de América, cuando se importó junto a otros
alimentos como las patatas o los tomates.
Aunque se introdujo entonces, la
receta de la bebida de chocolate que existía por entonces no resultaba
agradable para la mayoría de la población, que la consideraban muy amarga.
Hasta el siglo XIX no se empezó a extender su consumo, debido a la aparición de
la industria chocolatera en este siglo, que aplicó las primeras adiciones de
azúcar y otros componentes que dotaban al chocolate de un sabor más apetecible.
Beneficios
Durante los últimos años se han
realizado numerosos estudios que han demostrado las propiedades saludables que
tiene el cacao, especialmente en cuanto al sistema cardiovascular. Los
flavonoides, que generalmente se encuentran en los vegetales, también están
presentes en el cacao y son antioxidantes que ayudan a prevenir algunas
enfermedades del corazón. Estos antioxidantes, además, tienen beneficios sobre
las células, a las que ayuda a proteger de ataques de los radicales libres para
evitar que estas envejezcan. Otro de los componentes que ayuda a esta
protección es el ácido oleico.
Los flavonoides aportan además
beneficios al sistema cerebral, mejorando la memoria y otros procesos
cognitivos. El estudio mejoró la función del giro dentado con flavanoles
dietéticos mejora la cognición en adultos mayores publicado por la revista
Nature Neoscience ofreció a un grupo de hombres de mediana edad chocolate
enriquecido con flavonoides durante tres meses para comprobar sus efectos. Los
resultados mostraron que la capacidad
para recordar de los participantes en el ensayo había mejorado de manera
significativa.
El cacao y el chocolate además
favorecen la producción de endorfinas, lo que produce un mejor estado de ánimo
que permite combatir el estrés físico o mental. Otros elementos como el
triptófano o la feniletilamina también contribuyen a un estado anímico más
positivo.
Mitos
Debido a la elevada cantidad de
grasas que proporciona el cacao, en muchas ocasiones se relaciona su consumo al
desarrollo de problemas como el acné, las migrañas o un aumento de colesterol.
Sin embargo, según el Estudio nutricional del cacao y productos derivados del
Instituto del Cacao y el Chocolate, no existen estudios que hayan demostrado
que la relación entre estos aspectos sea verdadera.
El cacao tampoco crearía adicción. En
el año 2002, un equipo de científicos catalanes determinó que, para que el
cacao o el chocolate llegasen a producir una dependencia física, se deberían
consumir al menos 15 kilos cada día.
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